INGENUIDAD Y PERVERSIÓN

Iconografías de la ingenua

El pasado lunes 16 de marzo tuvo lugar en el Caixa Forum de Tarragona la conferencia El arquetipo de la ingenua a cargo de Vicente J. Benet, escritor cinematográfico y profesor de la Universidad Jaume I. Además de la charla, la sesión incluyó la proyección de Down with Love (Abajo el amor) de Peyton Reed (2003).

La conferencia arrancó con un breve repaso de la iconografía de la ingenua a lo largo de los años y a través de diferentes artes como la pintura, la literatura y el cine.
Benet expuso el nacimiento, desarrollo y consolidación de la figura de la ingenua afirmando que este estereotipo “tiene mucho que ver con un juego de seducción i tensión con el espectador”. Así pues, durante mucho tiempo, la columna vertebral de géneros como el melodrama fue la confrontación de la virtud –representada por la doncella virginal- contra la perversión.

Desde el punto de vista iconográfico, Benet describe a la ingenua con rasgos infantilizados (Fig. 1) que sirven para acentuar el paso de niña a mujer que secundará el conflicto entre virtud y perversión (argumento ligado a la perdida de la virginidad). El personaje femenino también se ve afectado por otras amenazas como son la persecución de depravados, la violación e incluso las relaciones interraciales. En The Birth of a Nation (Griffith, 1915) los instintos perversos de un soldado negro llevan al suicidio de la doncella, que prefiere perder la vida antes que su virtud. En otro film de Griffith (Broken Blossoms, 1919) también pudimos comprobar la tensión de las pasiones interraciales entre Lucy y Cheng (Fig.2).
A partir de 1940, la máscara de la ingenuidad cae y la convención simbólica establecida antes de la Segunda Guerra Mundial se rompe. Estrellas como Marilyn Monroe utilizan conscientemente la ingenuidad como arma de seducción. Las ingenuas han desaparecido de nuestros cines pero aun quedan vestigios de ese sentimentalismo, como en los culebrones, que en cierta forma, se alimentan de este arquetipo.

La conferencia fue interesante aunque tampoco descubriese nada nuevo. Por otra parte, la forma de exponer de Vicente Benet fue amena, llena de ejemplos que dinamizaron la sesión y nos permitieron ver de forma más clara la evolución del rol femenino en el mundo del cine. Al final de la jornada, pudimos sacar un par de conclusiones nada desestimables: por un lado, la tensión sexual siempre “vende” y esto es algo que ya viene de lejos y por otro lado, ahora también se puede sacar jugo a que los ingenuos sean ellos.

Puntuación del 1 al 10: 6,5


Blanca Ramírez

0 comentarios:

Entrada más reciente Entrada antigua Inicio